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Hace unos meses una persona me compartió un video que se hizo viral en Facebook, donde un pastor llamado José Luis «Cachito» Morales nos relata un testimonio de su vida. Personalmente no conozco al Pastor Cachito ni tampoco sabía nada de él antes de que me enviaran el video, de modo que quiero dejar claro que no tengo nada en contra de él. En el mismo él nos invita a analizar sus palabras y como buen analista eso mismo hice. Al escuchar su testimonio, fue muy alarmante para mí ver cómo una persona que dice ser Pastor y que se supone que conoce la Palabra de Dios se haya dejado manipular tan fácilmente.
Aunque el concepto del mensaje que es «Que el amor nunca se acabe» es algo bueno y que debemos poner en práctica todos los días, el Pastor Cachito comunica esto de una forma muy errónea y muy peligrosa para todos aquellos que tienen poco conocimiento de la Palabra y de aquellos que solo viven a través de sus emociones.
Cuando la persona que me lo envió me pregunta si había visto el video, honestamente le dije que no me había gustado. Ella se sorprendió al escuchar mi respuesta, pero mi error fue no abundar sobre las razones por la cual no me había gustado el mensaje, de modo que decidí sentarme, ver el video otra vez, analizarlo de forma diligente y tomar notas para poder explicarme mejor y puedo destacar lo siguiente:
El Pastor Cachito comenta que mientras comía vió a una persona vestido como deambulante que lo miraba comer y él decide ir a preguntarle si tenía hambre y el deambulante le dijo que sí.
El amor de Cachito hacia su prójimo queda más que demostrado en esta parte de la historia, pero lamentablemente no termina aquí.
El deambulante le dice que sí, que tiene hambre pero no desea una ensalada sólo para él, sino que desea comer de la misma ensalada y el mismo plato que el Pastor Cachito estaba comiendo, con el detalle de que él debía comer del plato antes que él .
Como antes dije, el Pastor falló al reconocer que el amor por el prójimo había quedado demostrado. Quizás algunas de las razones por la que no se percató son:
No importa cual de las razones haya sido, toda persona por sentido común debe cuidar su salud, por su bienestar y el bienestar de su familia. Uno de los lugares en donde uno está más expuesto a gérmenes y bacterias es en los hospitales y el Pastor se disponía a comer del mismo plato que comía un perfecto desconocido, esto fue poco diligente parte.
Moisés enseñó en sus aspectos básicos casi todo principio de higiene que se practica en la actualidad. (Leer Levítico y Deuteronomio). Entiendo que quizás no sean los libros más fáciles de leer en la Biblia pero sí son muy importantes y todos deberíamos leerlos y entenderlos.
También es bueno recordar que no importa lo que hagamos, todo tiene consecuencias y la falta de conocimiento no nos exime de las consecuencias que nuestros actos puedan causar.
Un ministro que supuestamente Dios llamó para enviarlo a las iglesias me imagino que a probar el amor del pueblo de Dios. Sea cierto o no, me queda muy claro que se le fue la onda al pedirle al Pastor Cachito lo que le pidió porque volvemos a repetir, su amor ya había quedado demostrado. También puedo destacar lo siguiente:
He realizado este análisis con la mejor intención de que todos seamos más diligentes en nuestro proceder cada día. Hay cosas tan nobles que no parecen que nos puedan hacer daño, no obstante, esto no se aplica al 100% de las cosas que hacemos por mejor intención que podamos tener. Debemos tener cuidado de no contaminar la mente de otros con cosas que eventualmente los pueden lastimar de alguna u otra forma. Lastimosamente en esta ocasión el Pastor Jose Luis «Cachito» fue víctima de su falta de conocimiento.
Que Dios les continúe bendiciendo.
Bajo esa perspectiva casuista intelectual y objetiva el análisis se puede decir que tiene «sentido común», pero, podemos también aplicarlo analógicamente, a Abraham cuando va a sacrificar a su hijo, que, estaba por cometer un asesinato para demostrar su obedencia a Dios, era necesario llegar a ese extremo de poner en peligro la integridad fisica de su hijo?, no tiene «sentido común», si con la intención del patriarca de llevar a su hijo hasta el lugar y levantar un altar era más que suficiente y quedaba demostrado su fe, su obedencia incondicional al llamado de Dios; así mismo, como el deambulante no permitió que el pastor no comiese la ensalada contaminada, así mismo Dios no permitió que Abraham tocase al niño; entonces porqué juzgamos las acciones que son sin sentido común, con logica dialéctica, aquello que nuestros sentidos naturales no alcanzan a discernir hechos o acciones espirituales contardictorios que solo Dios sabe según sus propósitos particulares o colectivos en su pueblo que desea cumplir, también podemos decir la incongruencia de Jesús escupiendo en el suelo para formar lodo y aplicarselo al ciego, debemos ser más respetuoso al interpretar desde el intelecto las cosas espirituales, que solo se entienden espiritualmente, la vida cristiana no solo descansa en el conocimiento textual y doctrinal de la Palabra Viva de Dios, sino, ineludiblemente en la dimensión espiritual que en ella, (la Palabra), existe porque tiene poder transformador, es sobrenatural, y no solo información intelectual y/o académica, la vida cristiana es eminentemente espiritual, nacida de la Palabra, si la despojamos de esa parte imprescindible, se torna vacía, mítica con el valor literario respectivo.
Si bien es cierto que estos puntos que mencionas no parecen tener lógica, los mismos tampoco son relevantes al caso que me refiero por los siguientes dos puntos:
1. Para el tiempo de Abraham no se tenía el conocimiento de Dios que tenemos hoy día y mucho menos las instrucciones sanitarias que Dios le había dejado al pueblo de Israel para su propio bien, para que no estuviera de ignorante por la vida.
2. Jesús no puso a prueba la fe del ciego como condición para ser sanado.
Estoy de acuerdo con el análisis del pastor con referencia al video, solo objeto lo que dijo que como pastor él era cabeza de una iglesia local. No estoy de acuerdo, porque la cabeza de la iglesia siempre será Cristo. Los demás, tengamos el título que tengamos, seremos el cuerpo de Cristo. Amén!